• GABRIELLE BRAIS HARVEY •
El artista y su obra.
Gabrielle Brais Harvey es nativa de Rapide-Danseur, un pueblo encantador al pie de los rápidos de un río, que fue puerto en la vía fluvial hacia la Bay James en el norte de Quebec, cercano a Rouyn-Noranda. Habiendo obtenido un diploma en Artes Plásticas en el Cégep del Abitibi-Témiscamingue, la joven artista obtiene en 2015 un grado en la Universidad de Concordia. Brais Harvey vive todavía en Montreal.
Será a través del dibujo, del arte impreso, y del collage que formará su pensamiento crítico del sistema del arte, juzgando sus prerrogativas imbuidas de un machismo bien conservado. Con el proyecto El ojo de la lechuza, la gorgona, la resistencia, comienza a hacerse cargo de una historia de mujeres la cual hay que reclamar. Con ensayos y errores de remiendos impresos de figuras históricas femeninas, reconstruye una historia cuya modesta construcción ofrece una lectura honesta de la obra de arte.
La residencia Les Cariatides/Las Cariatides llevada a cabo en el distrito Hochelaga en Montreal, en resonancia con el resurgimiento de los problemas feministas en el espacio público, entre otros el movimiento #MeToo et à la Women’s March à Washinton2017 (Yo también y la Marcha de Mujeres a Washinton) 2017 el día de la investidura del nuevo presidente de los Estados Unidos. La participación de Brais Harvey en este evento inspirará en gran medida su trabajo durante esta residencia de creación. Imprime en papel Craft y Mylar, material pobre encontrado en el camino que le llevaba al taller, imágenes de la activista estadounidense Ángela Davis, perfiles de mujeres musulmanas y de Léa Roback, militante antirracista de Quebec. Al final de la residencia pone en marcha una reflexión sobre la exposición de las impresiones, papeles irregulares y pequeños, especie de arte povera.
Es en la forma horizontal, con la mirada puesta sobre las piezas impresas, que la obra encuentra su fructífero diálogo entre la intención del artista y la lectura. Inclinándose sobre el trabajo, como la modista, el espectador puede tocar, tomar, buscar, revisar las piezas una por una y recomponer, remendar una nueva obra. Esta forma destruye la autoridad del autor, se reintroduce por la horizontalidad en la lectura proactiva, lectura que ofrecerá en la exposición colectiva Ce n’est pas rien, ce n’est peut-être pas grand chose, mais ce n’est pas rien (No es nada, quizá no es gran cosa, pero no es nada) au MA en 2019.