• REYNIER LEYVA NOVO •

El artista y su obra.

Graduado de la Cátedra de Arte de Conducta dirigida por Tania Bruguera en 2007, el Chino Novo se siente atraído por los procesos de deconstrucción y escritura de la historia cubana; una historia que no siempre coincide con la llamada oficial, sino que transita por su visión personal y subjetiva del mundo que lo rodea y aquellos preceptos que desde niños nos ensenan en la escuela a dar como verdaderos e inequívocos. Sus obras exploran los resortes rizomáticos que articulan las narrativas oficiales políticas, sociales y culturales de la Isla para trocarlos en otras visiones más irascibles.

Novo patentiza un hábito, ya casi patológico, de intervenir el pasado y adentrarse en el presente, para mostrarnos escenarios que muchas veces no podemos describir racionalmente. De ahí, una poética personalísima donde conviven agudeza crítica, mordacidad e invocación lúdica.

La pieza El deseo de morir por otros (2012) está integrada por armas de guerra entre las que sobresalen réplicas de machetes y revólveres utilizados por los héroes José Martí y Antonio Maceo, entre muchos otros. La resina de poliéster con que se produjeron estos objetos constituye un elemento importante en la interpretación de la obra, teniendo en cuenta que semejan armas de cristal. Por lo que la imagen imponente que se tiene de esos artefactos bélicos cobra otros matices en los que sobresale la fragilidad; una tesis que promulga la humanidad y lo vulnerable de nuestras vidas para establecer paradigmas, el modelo de heroicidad como metáfora de perdurabilidad simbólica y estatus imaginario.

Así 300 cucharas grabadas con mensajes articulados por activistas políticos hasta 2017 juega con un elemento tan común en la vida diaria como la cuchara, un utensilio indispensable para alimentarnos y que como esta vez contiene mensajes es todo un reto para el imaginario comensal/espectador. SOPA (Objeto de supervivencia bajo presión): «Es preferible morir libre, que vivir como esclavo», una de las premisas promulgadas, refiere el hecho de renunciar al combustible físico de la vida, estos seres humanos se han alimentado de la inmaterialidad de su conciencia. Los textos impresos pesan sobre la ligereza de las cucharas vacías, un último recurso de protesta para estos prisioneros en huelga de hambre durante su encarcelamiento. En esta amalgama de seres figuran frases de cien huelguistas a lo largo de la historia: Gandhi, Mandela, César Chávez, Ai Weiwei, Julio Antonio Mella, Pedro Luis Boitel y Orlando Zapata, entre otros.

La incidencia de la imagen sin renunciar al contenido es una premisa de sus piezas. La serie Sin título (familias trabajadoras cubanas) es una gran alfombra hecha con ropa de cubanos, fragmentos inteligibles, retazos de vida; una especie de alfombra acogedora fabricada con materiales reciclados y de segunda mano, una abstracción simbólica de la ropa. La ropa distingue a los sujetos, los cataloga y singulariza dentro de la sociedad, se establecen códigos de vestimenta que nos incluyen en grupos etarios. El mensaje implícito de estas alfombras puede ser perverso y ambiguo (los restos de uniformes militares y las piezas de uniformes de convictos se mezclan en una composición aleatoria; las sotanas católicas se encuentran cerca de la ropa de los niños, etc.) o por el contrario, puede ser un comentario sociológico sobre la vida cotidiana. Es su visión de ver la historia, pero no de los grandes personajes sino de las multitudes que siempre, anónimamente, construyen la historia de los pueblos.

Otra de sus pasiones es referenciar lo vivido desde visiones no heterogéneas ni públicas. El beso de cristal, set de 70 copas grabadas en láser con los retratos, nombres y tiempos de mandato de los 44 presidentes norteamericanos y los 24 presidentes cubanos, más dos copas vacías para los futuros presidentes de ambas naciones. Es una gran alegoría a nuestro tiempo hasta dónde influyen las políticas de nuestros países en la del otro, hasta dónde continuará la lucha de contrarios, hasta dónde inmiscuirá a los pueblos. Y en eso, estamos todos los cubanos y los estadounidenses que hoy construimos nuestra historia.

La Historia es una escritura que contiene millones de historias invisibles, por lo que leer la historia es un acto de desciframiento subjetivo y único. Páginas escogidas, es eso, collages a partir de recortes del periódico Granma (Órgano Oficial del Partido Comunista de Cuba) donde se construyen páginas de la historia de la revolución cubana a partir de titulares y noticias aparecidos en este diario entre 2007 y 2010. El resultado de esta manipulación conserva la estética de esta publicación mientras subvierte su discurso.

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